La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos, a las futuras generaciones, es un planeta mejor. Y, para ello, es necesario que cuidemos de él día a día. En Yria lo tenemos claro y, por ello, queremos aportar nuestro granito de arena haciendo nuestra empresa mucho más sostenible, convirtiendo nuestra nave en un 90% autogestionable desde el punto de vista de vista energético. Un pequeño pero, al mismo tiempo, gran paso en estos tiempos de crisis.
Los que nos movemos en grandes ciudades, como Madrid, hemos comprobado que, dentro de la grave crisis que ha supuesto esta pandemia, este parón se ha traducido en una reducción de los niveles de contaminación. Al retomar la actividad, con más o menos normalidad, hemos tomado conciencia –si es que no lo habíamos hecho ya– de que es necesario trabajar unidos y contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a mejorar el medio ambiente. Y nos hemos puesto manos a la obra.
Reducir el consumo energético y un transporte sostenible
En Yria somos conscientes de los recursos que consume un negocio como el nuestro, donde la refrigeración de la cerveza resulta imprescindible para mantenerla en perfectas condiciones y que cuando llegue a los establecimientos de hostelería o a vuestras casas podáis disfrutar de ella al máximo.
Sin embargo, es posible llevar a cabo acciones que permitan reducir el consumo energético necesario para mantener estos niveles de calidad. En nuestro caso, hemos optado por dos estrategias: la instalación de placas solares y aislamiento en nuestra nave de Valdemoro (Madrid) y la utilización de un vehículo propulsado por gas para llevar a cabo los repartos.
Con la instalación de placas solares apostamos por una fuente de energía renovable, mucho más eficiente, con el que logramos un consumo energético menor. Además, el aislamiento es el complemento perfecto para este sistema de alimentación eléctrica, ya que nos va a permitir disminuir el consumo y optimizar la temperatura en el interior de la nave.
Además, la utilización del vehículo propulsado a gas supone una alternativa ecológica, ya que nos permite incrementar su autonomía y reducir las emisiones de CO2, NOX y otras partículas en suspensión, responsables del efecto invernadero.
Gracias a esta apuesta por la autogestión energética y un combustible alternativo para el transporte reduciremos la huella de carbono de nuestra empresa y aportaremos nuestra modesta contribución en la lucha contra el cambio climático.
